De pequeña me recuerdo alegre y feliz. Me encantaba dibujar y jugar con mi perro Richi, al que le hacía de todo. El pobre tenía una paciencia…
En casa vivíamos mis padres, mis abuelos maternos, Richi y yo. Me gustaba que mi madre me secase el pelo con el secador y me lo acariciase. Y me peleaba con mi abuela porque teníamos opiniones muy distintas sobre las cosas.
De joven viví una adolescencia un tanto extraña, porque a veces sentía que no encajaba en los roles y estándares de la sociedad, pero también sentía que tampoco me importaba demasiado. Así que, en parte me sentía diferente y triste y, en parte, esta diferencia me gustaba.
En la Universidad me sentí muy a gusto, me encantaba tener al alcance el conocimiento de aquello que me fascinaba. Estudié Filología Alemana con mención en Filología Hebrea y luego me marché con una beca del estado a Austria. Allí trabajé como auxiliar de conversación en dos escuelas y sentí lo mucho que me llenaba enseñar.
Después de un año de becaria me quedé en ese maravilloso país tan rico en cultura. Me casé, trabajé en la Universidad enseñando lengua y literatura Española, hice el Doctorado, y me vine de nuevo a España.
Comencé como profesora de secundaria y tuve a mi hija, que es mi maestra y mi sol.
Y mi vida dio varios vuelcos, mi abuela murió, al poco, murió mi abuelo, me divorcié, a mi padre le detectaron un cáncer, y empecé a dudar de mi vocación profesional.
Y allí comenzó a nacer la verdadera Sònia, aquella que había estado muy ocupada cumpliendo expectativas tanto propias como ajenas y que no se había parado a mirar adentro, bien adentro. Y llegó el momento. Dudas, preguntas, inseguridades, curiosidad, conexión…
Todo ello me llevó a adentrarme en mí y en el mundo femenino, esa energía que había tenido olvidada en mi vida, esa energía de conexión con una misma a niveles indescriptibles.
Este descubrimiento, que era más bien un recordar quién yo era, quién yo soy, me llevó a transitar un nuevo camino en el que me encontré con una persona maravillosa, que se ha convertido en mi compañero de viaje en esta vida. Gracias Genís, por tu amor y tu apoyo incondicional.
Y de todo ello, de mis experiencias, de mis vivencias, de mi búsqueda, de mi recorrido vital nació Woman Soul – Alma de Mujer, para poder acompañar a las Mujeres, Madres y Chicas adolescentes en el descubrimiento de la magia de la energía femenina que habita en ellas.
En este recorrido vital de reencuentro conmigo misma y con aquello que me apasiona, he tenido el placer de aprender y formarme con mujeres como Chris Maddox, Miranda Gray, Katharine Kruger, Sil y Eliza Reynolds, Sophia Style, DeAnna L’Am, Amanda Rootsey, Mayella Almazán, Carolina Contreras, Núria Peguera y Vanessa Vizuete “Amaluna”.
Llegaron círculos de mujeres, talleres, cursos, charlas, formaciones… y me encantaba preparar todo el material y el contenido porque adoro crear y ofrecer conocimiento con mi toque personal, pero, aunque disfrutaba el proceso y hacer los círculos y los cursos y los talleres, siempre me invadía el miedo a qué no se apuntase nadie o solo pocas personas. Yo creo y transmito, pero soy un desastre con la publicidad y el márketing y un buen día, cuando fui consciente de que lo que quería hacer era escribir, porque realmente ya lo había hecho, pues todo el miedo se disipó y comenzó esta nueva etapa.
Yo escribo porque siento que debo compartir los tesoros que he descubierto y que tanto me han servido y escribir es transmitir sin presión porque quien quiera podrá acceder a ellos siempre que quiera y no hay fecha de caducidad.
Así que te invito a echar un vistazo por la web y ver los libros y otros materiales que te ofrezco.